Tras este desafortunado nombre (cada vez que oímos una "Amélie" de origen francés, relacionada con cualquier lugar y en cualquier instancia con la industria cultural, es imposible no pensar en la famosa película aquella y su desagradable recuerdo... una vez escuché a un crítico de cine asegurar que esa película estaba dirigida realmente por Le Pen. Desde que oí eso, no puedo evitar recordarlo a cada momento y decir "puta, sí!") hay una gran compositora. De ella no sé mucho y, me parece, no se sabe mucho en general; la prensa la ha comparado con Joanna Newsom (la comparación es inevitable pero errónea), con Cocorosie (igualmente desacertado), etc. Es la tendencia de los críticos; cuando tienen algo en frente, no hacen más que comparar, comparar, comparar. Por lo general, un crítico de música popular es alguien que, profundamente, tiene carencias y resentimientos de igual tamaño y, probablemente a causa de lo mismo, no hace más que volcarse compulsivamente a las tres operaciones favoritas de su oficio: no escuchar, rótular/comparar, promover/"hypear"/desechar. Han hecho del cotilleo, la forma más pequeño burguesa de comunicación, su oficio. No hay que ir muy lejos para pensar que quienes han acabado con la crítica musical son justamente la generación reciente de críticos entrenados en los lugares más triviales de la prensa oficial.
Acá no hay más que 13 canciones estupendas que hacen un uso-habitual-pero-enrarecido de la guitarra, un manejo ejemplar de los pequeños recursos, o de los recursos en su pequeñez (los que una composición demanda para mostrarse, sin otra pretensión, sin el deseo de componer "La canción") todo en una clave semi-amateur que produce el efecto de estar ante una secreta gema. El mejor debut del año, hasta ahora.
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D O W N L O A D]Pass: allanzhulei
